domingo, 19 de octubre de 2008

Companys

Los nacionalistas reclaman la anulación del juicio (mejor llamarlo directamente simulacro de juicio) en el que el Presidente de la Generalitat republicana, Lluís Companys, fue condenado a muerte, condena inmediatamente cumplida, y la total rehabilitación de su figura. El actual Presidente de la Generalitat ha hecho suya esa reclamación.

Nada tengo que decir acerca de la anulación del proceso, salvo que quizá no tenga mucho sentido. Pero se inserta dentro de un proceso de mitificación de la figura del llamado "President màrtir". Y esta mitificación puede ser peligrosa.

No hay que olvidar que lo que hizo Companys en octubre de 1934 fue lo mismo que haría Franco en julio de 1936: sublevarse contra el Gobierno legítimo de la República. El resultado fue, evidentemente distino, porque Companys no tuvo los apoyos que esperaba. Con su acción dio un argumento importante a los golpistas de derecha, si bien , todo hay que decirlo, no lo necesitaban.

Pero esta mitificación de Companys equivale a justificar su acción, su levantamiento, porque lo hizo por Cataluña. De esta forma, en realidad, se justifica la rebelión, siempre que los valores que pretende defender sean los nuestros. Naturalmente, admitida la legitimidad de la sublevación, resulta difícil negarla cuando los valores que se pretenden defender son otros, igualmente sagrados para sus defensores.

Por ello hay que condenar las rebeliones contra los Gobiernos legítimos vengan de donde vengan y defiendan unos u otros valores. Hay que condenar la sublevación de Companys como la de Franco, como única vía para evitarlas todas. Es, pues, importante recordar toda la actuación de Companys, no sólo su asesinato.

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